Las ITC en la Facultad de Ciencias de la Formación de la Universidad de Bolonia: entre Web 1.0 y Web 2.0

En general, el debate contemporáneo a propósito de las llamadas nuevas tecnologías de la educación resulta fuertemente condicionado por un vicio de perspectiva de fondo que podríamos definir de naturaleza “objetual”. En el sentido de que en el centro del debate, todavía muy encendido en el ámbito educativo, entre los partidarios y los detractores de los nuevos instrumentos a base digital, pero también en muchos de los análisis realizados a nivel científico, se encuentra sustancialmente la descripción fenomenológica de las potencialidades ofrecidas por los nuevos medios, elaborada según claves de lectura que parecen atribuir todos los valores y todos los limítes a las máquinas mismas, como si éstas se movieran en el vacío, como si no tuvieran padres e hijos, productores y usuarios. Dicho de otro modo, el mundo de la educación, sea cuando parece fascinado, sea, por el contrario, cuando se declara aterrorizado por la llegada de la instrumentación y de los procedimientos informáticos, asume la misma actitud de delegación: los méritos o las culpas se atribuyen en todo caso a la técnica. En conjunto, se trata, en cambio, de reivindicar la superioridad del modelo educativo frente al modelo técnico: el segundo tiene que volver a ponerse al servicio del primero a través de la reafirmación de la necesaria subalternidad de los medios respecto a los fines. Es necesario, para decirlo de otro modo, apoderarse de nuevo del logos (es decir del medio interpretativo) que también está en la raíz de tecno-logía y que se adquiere sin saberlo junto con las máquinas y los programas que no por casualidad definimos tecnologías, mientras que sólo tendrían que ser instrumentos y técnicas. Es con esta conciencia que la Facultad de Ciencias de la Formación de la Universidad de Bolonia se ha enfrentado con el tema de la progresiva introducción de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación en sus actividades de formación e investigación. . El "logos" cultural y pedagógico que ha guiado las diferentes elecciones, desde los inicios se ha colocado claramente en un modelo teórico conforme a las razones del problematicismo pedagógico, siguiendo la clave interpretativa que caracteriza a la Facultad misma desde su fundación, debida a Giovanni Maria Bertin, que ha sido el mayor representante del problematicismo pedagógico italiano. Este modelo, asumido explícitamente por todas las asignaturas activadas en la Facultad a partir de 1991 acerca del tema de las tecnologías educativas, pone de relieve la compresencia integrada de tres posibles direcciones de la educación , que podemos denominar como dirección monocognitiva, metacognitiva y fantacognitiva.